Las enfermedades mentales son afecciones de salud que implican cambios en las emociones, el pensamiento o el comportamiento (o una combinaciĂłn de estos). Las enfermedades mentales pueden estar asociadas con angustia o problemas de funcionamiento en las actividades sociales, laborales o familiares.
Las enfermedades mentales son comunes. En un año cualquiera
- Más de uno de cada cinco adultos en EE. UU. tiene un trastorno mental diagnosticable.
- Uno de cada 20 adultos tiene una enfermedad mental grave*.
- Uno de cada seis adultos tiene un trastorno por consumo de sustancias (incluido el trastorno por consumo de alcohol).
La mitad de todas las enfermedades mentales crónicas comienzan a los 14 años.
La enfermedad mental es tratable. La gran mayorĂa de las personas con enfermedades mentales continĂşan desempeñándose en su vida diaria. Estudios demuestran que buscar ayuda temprana para sĂntomas de enfermedades mentales mejora significativamente la recuperaciĂłn y el pronĂłstico del paciente.
Acerca de la salud mental
La salud mental... implica un funcionamiento eficaz en las actividades diarias que resulta en:
- Actividades productivas (como en el trabajo, la escuela o el cuidado de otras personas).
- Relaciones saludables. • Capacidad para adaptarse al cambio y hacer frente a la adversidad.
La enfermedad mental... se refiere colectivamente a todos los trastornos mentales diagnosticables, condiciones de salud que implican:
- Cambios significativos en el pensamiento, las emociones o el comportamiento.
- Angustia o problemas para desenvolverse en actividades sociales, laborales o familiares. •
La salud mental es la base de las emociones, el pensamiento, la comunicaciĂłn, el aprendizaje, la resiliencia, la esperanza y la autoestima. La salud mental tambiĂ©n es clave para las relaciones, el bienestar personal y emocional y la contribuciĂłn a la comunidad o la sociedad. La salud mental es un componente del bienestar general. Puede influir en la salud fĂsica y verse influida por ella.
Muchas personas que padecen una enfermedad mental no quieren hablar de ello. ¡Pero la enfermedad mental no es algo de lo que avergonzarse! Es un problema mĂ©dico, al igual que la enfermedad cardĂaca o la diabetes. Y las afecciones de salud mental son tratables. Estamos ampliando continuamente nuestra comprensiĂłn de cĂłmo funciona el cerebro humano, y existen tratamientos disponibles para ayudar a las personas a controlar con Ă©xito las afecciones de salud mental.
Las enfermedades mentales no discriminan; pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, sexo, ubicaciĂłn geográfica, ingresos, estatus social, raza, etnia, religiĂłn/espiritualidad, orientaciĂłn sexual, antecedentes u otros aspectos de la identidad cultural. Aunque las enfermedades mentales pueden aparecer a cualquier edad, tres cuartas partes de todas ellas comienzan antes de los 24 años. Para muchos pacientes, ser inmigrantes a otro paĂs de primera o incluso segunda generaciĂłn es una experiencia estresante que puede incrementar la posibilidad de sufrir de un trastorno mental.
Las enfermedades mentales adoptan muchas formas. Algunas son leves y solo interfieren de manera limitada en la vida diaria, como algunas fobias (miedos anormales). Otras afecciones de salud mental son tan graves que una persona puede necesitar atención en un hospital. Al igual que otras enfermedades médicas, las formas óptimas de proporcionar atención dependen de la enfermedad y de la gravedad de su impacto.
DiagnĂłstico
Las afecciones de salud mental son tratables y es posible mejorar. Muchas personas con afecciones de salud mental vuelven a funcionar plenamente. Algunas enfermedades mentales se pueden prevenir.
No siempre está claro cuándo un problema de estado de ánimo o de pensamiento se vuelve lo suficientemente grave como para ser una preocupación de salud mental. A veces, por ejemplo, un estado de ánimo bajo o deprimido es normal, como cuando una persona experimenta la pérdida de un ser querido. Pero si ese estado de ánimo deprimido continúa causando angustia o se interpone en el funcionamiento normal, la persona puede beneficiarse de la atención profesional. La familia o los amigos pueden reconocer cambios o problemas que una persona no ve en sà misma.
Algunas enfermedades mentales pueden estar relacionadas con una afecciĂłn mĂ©dica o imitarla. Por ejemplo, los sĂntomas depresivos pueden estar relacionados con un problema de la tiroides. Por lo tanto, un diagnĂłstico de salud mental a menudo implica una evaluaciĂłn completa de la salud que incluye un examen fĂsico. Esto puede incluir análisis de sangre y/o pruebas neurolĂłgicas.
Las personas de diversas culturas y orĂgenes pueden expresar los trastornos de salud mental de manera diferente. Por ejemplo, algunos son más propensos a acudir a un profesional de la salud con preocupaciones sobre sĂntomas fĂsicos causados por un trastorno de salud mental. Algunas culturas ven y describen los trastornos de salud mental de manera diferente a la mayorĂa de los mĂ©dicos en los EE. UU.
El estigma en torno a las enfermedades mentales y su tratamiento impide que muchas personas busquen el tratamiento necesario. Para muchos pacientes ser sinceros acerca de pensamientos pesados o fuertes puede ser una experiencia miedosa, pero es importante saber que los psicĂłlogos y psiquiatras verán cualquier queja como un sĂntoma y no como una reflexiĂłn del carácter del paciente.
Tratamiento y autoayuda
El diagnĂłstico de un trastorno mental no es lo mismo que la necesidad de tratamiento. La necesidad de tratamiento tiene en cuenta la gravedad de los sĂntomas, el grado en que los sĂntomas causan angustia y afectan a la vida diaria, los riesgos y beneficios de los tratamientos disponibles y otros factores (por ejemplo, los sĂntomas psiquiátricos que complican otras enfermedades).
El tratamiento de salud mental se basa en un plan individualizado desarrollado en colaboración con un profesional de la salud mental y un individuo (y miembros de la familia si el individuo lo desea). Puede incluir psicoterapia (terapia de conversación), medicación u otros tratamientos. A menudo, una combinación de terapia y medicación es más eficaz. También se utilizan cada vez más las terapias complementarias y alternativas.
Es importante tener en cuenta que pacientes requieren diferentes cantidades de tiempo para poder tener una mejorĂa de sĂntomas segĂşn sus circunstancias particulares. Muchos por ejemplo, pueden dejar de tomar medicina o ver a un terapeuta despuĂ©s de un tiempo, pero algunos otros pacientes requieren apoyo por mas tiempo.
La autoayuda y el apoyo pueden ser muy importantes para la superación, la recuperación y el bienestar de una persona. Los cambios en el estilo de vida, como una buena nutrición, ejercicio y un sueño adecuado con una buena higiene del sueño, pueden favorecer la salud mental y la recuperación. Un plan de tratamiento integral puede incluir acciones individuales (por ejemplo, cambios en el estilo de vida, grupos de apoyo o ejercicio) que mejoren la recuperación y el bienestar.
Los mĂ©dicos de atenciĂłn primaria, los psiquiatras y otros profesionales de la salud mental ayudan a las personas y a las familias a comprender las enfermedades mentales y lo que pueden hacer para controlar o sobrellevar los sĂntomas con el fin de mejorar la salud, el bienestar y el funcionamiento.
Nota
Una enfermedad mental grave es un trastorno mental, conductual o emocional (excluidos los trastornos del desarrollo y por consumo de sustancias) que provoca un deterioro funcional grave, que interfiere sustancialmente o limita una o más actividades importantes de la vida. Entre los ejemplos de enfermedades mentales graves se incluyen el trastorno depresivo mayor, la esquizofrenia y el trastorno bipolar.
Revisión médica
Sebastian Acevedo, M.P.H.
Abril de 2025
Ihuoma Njoku, M.D.
Noviembre de 2022